Para hablar del tradicional y autentico bocadillo veleño tenemos que referirnos indiscutiblemente a la guayaba, fruta de variados colores, sabor cultivador, aroma fuerte e inconfundible y alto contenido nutricional. Esta especie es originaria de América y en Colombia su cultivo se expande a lo largo del rio magdalena, donde sus principales productores a nivel nacional son los municipios localizados en la provincia de Vélez, ubicada en la parte sur del departamento de Santander al nororiente de Colombia, allí se encuentra concentrada la mejor zona de producción de guayaba y bocadillo de nuestro país.
A principios del siglo XX en el municipio de Vélez, ya se elaboraba artesanalmente el bocadillo veleño a partir de guayaba y panela, el despulpado de la guayaba era completamente manual; luego aparece en la región las primeras despulpadoras de guayaba con las que el proceso de fabricación se fue mejorando y el volumen de producción aumento considerablemente. Hacia el año de 1950 aparecen las primeras maquinas agitadoras o batidoras, las cuales hicieron aun menos fatigante la labor y más eficiente y productivo el proceso.
Actualmente, dado el potencial de desarrollo productivo para incrementar el empleo y el nivel de ingresos de las familias beneficiarias, a través de la ejecución del `programa para el mejoramiento de la cadena productiva del bocadillo veleño, viene siendo apoyado por organismos de nivel gubernamental y no gubernamental.
Éste delicioso manjar hecho de guayaba, arequipe y azúcar se realiza en modernas fabricas de bocadillo, cuyo oficio ha sido heredado de padres a hijos, hoy, ésta población cuenta con más 120 microempresas, por tanto es la base de la economía veleña. Entre estos productos se distinguen: el veleño, los tumes, la lonja, la veleñita, trocitos y otra gran variedad de dulces.
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